Hoy voy a referirme a una canción que no será ningún descubrimiento para nadie, pero se puede decir que fue la que me introdujo a la música electrónica. Descubrí el tema mediante un spot, no recuerdo que anunciaba, lo vi a finales del 1997 o principios de 1998 en un especial de anuncios premiados que daban en el Canal 33. Estaba muy bien realizado, rodado en sugerente blanco y negro la cosa era algo así como un enfrentamiento entre manifestantes y antidisturbios. Barricadas en llamas, bombas incendiarias, botes de humo, piedras, porras y pelotas de goma. Imágenes que se clavan en la impresionable mente de un adolescente. Al final vemos que una de las alborotadoras y uno de los policías, son en realidad hermanos y cenan en familia sin saber que anteriormente se cruzaron en los enfrentamientos de ese día.
La banda sonora, acompañaba perfectamente a las imágenes y le daban más fuerza si cabe. Se trataba de Firestarter, de The Prodigy. Uno de los singles de su album más aclamado, The Fat of The Land, el cual es probablemente uno de los discos más influyentes de la década de los noventa. Aún no sabia que era lo que había escuchado, pero esa mezcla de vocales agresivas, base rítmica de una grandiosidad nunca vista anteriormente, sintetizadores punzantes y samples de guitarra, me había dejado boquiabierto. Era la cúspide del Breakbeat y los ritmos rotos mezclados con estructuras pop, lo que más adelante pasó a denominarse Big Beat y tuvo gran representación a través de los Chemical Brothers, Fatboy Slim, Utah Saints y The Crystal Method; electrónica para los que no les gusta la electrónica.
Algunos meses después, me encontraba en la ciudad a causa de una salida escolar. Aproveché el rato libre para visitar una tienda de discos y allí encontré el single en CD de Firestarter, con una tremenda presentación en digipack y esa portada con la piel de tigre que es ya todo un icono. Ni que decir tiene que lo compré y se convirtió en una de mis piezas fetiche hasta que hace alrededor de un año lo perdí. Sentí gran impotencia al ser consciente de que era un single descatalogado hace años y que ya no podría volver a comprarlo, no nuevo de paquete.
Mi alegría llegaría hace unos meses cuando recibí noticias de que XL Recordings reeditaba en formato vinilo buena parte de su catálogo, incluidos los singles de The Prodigy. Me apresuré a hacer el pedido a mi tienda habitual, la británica y altamente recomendable Juno Records. Tras una semana de espera, por fin lo tuve en mis manos, pudiendo disfrutar incluso antes de sacarlo de la funda de 12 pulgadas, con su gloriosa estética en las proporciones para las que fue concebido originalmente.
La cara A contiene la versión original sin las bonus beats iniciales que se incluyeron en el álbum, así como la versión instrumental. Al darle la vuelta al disco, se descubre la instrumental descartada Molotov Bitch y, atención porque llega el plato principal, la remezcla de Empirion; una revisión en clave tecno industrial de construcción progresiva que pegará fuerte en los ambientes más siniestros. Recuerdo la noche en que el colectivo de pinchadiscos al que pertenezco, apoyamos a los belgas 2 Many DJs en su actuación en la ciudad. Terminamos excediéndonos con nuestra sesión, y finalizamos precisamente con este remix de Empirion mezclándolo con Hey Boy Hey Girl de los Chemical. La gente perdió la maldita cabeza y los responsables del local nos tuvieron que echar de la cabina casi a la fuerza. Tal es la potencia de la pista que cierra este sencillo.
Como curiosidad y en el polo opuesto estilísticamente hablando, en el 2002 el grupo Jimmy Eat World editaron una interpretación íntima y personal de Firestarter. Realmente es una versión muy lograda y que viene con la firma de una banda con una trayectoria impecable, es difícil quedarse con una o con otra en términos absolutos ya que cada una es adecuada según el momento de escucha.
[Tracklist]
A1. Firestarter (Original Mix)
A2. Firestarter (Instrumental)
B1. Molotov Bitch
B2. Firestarter (Empirion Mix)
Esta memoria mia...
ResponderEliminarHe encontrado el anuncio, era de Superga, unas deportivas. Hacía once años que no lo veia. El slogan era "Love it or hate it" y el hermano si estava al corriente del activismo de la hermana. El que no lo tenia tan claro era el padre, y veremos que al final la cosa se resuelve de forma ingeniosa.