Título original: Sherlock Holmes
Nacionalidad: Reino Unido, 2009
Dirección: Guy Ritchie
Reparto: Robert Downey Jr, Jude Law, Rachel McAdams, Mark Strong
La verdad es que cuando supe que Guy Ritchie se iba a hacer cargo de realizar una nueva adaptación cinematográfica de Sherlock Holmes, no pude evitar levantar una ceja. El cineasta británico se dió a conocer con esa pequeña joya llamada Lock, Stock & Two Smoking Barrels. Le siguió la interesante Snatch con la cual consiguió llegar al gran público repitiendo receta. A partir de ahí parece que Ritchie se nos despistó un poco y facturó una serie de películas un tanto irregulares que pasaron con más pena que gloria por las salas donde obtuvieron distribución. Con la divertida Rocknrolla parecía que volvía el Guy Ritchie que todos queremos; Ahora solo falta saber si logrará hacer de Sherlock Holmes un producto para el gran público sin renunciar a su propio estilo y manteniendo algo del espíritu del personaje.
La respuesta es sí. En mayúsculas.
Robert Downey Jr (A Scanner Darkly, Tropic Thunder) es el encargado de interpretar a Holmes, mientras que el papel de su inseparable compañero Watson recae en Jude Law (Road to Perdition, My Blueberry Nights). Juntos tendrán que resolver un misterioso caso envuelto de brujería y magia negra, mientras se enfrentan a toda clase de dificultades y sobretodo gente con no muy buenas intenciones para con ellos. Mark Strong (Body of Lies, Rocknrolla) haciendo de malo, para variar. Como podíamos suponer, esta película tiene acción. Hay explosiones, persecuciones, puñetazos, patadas, codazos, bastonazos, disparos y hojas afiladas rozando la piel. Estas últimas no para hacer un afeitado apurado precisamente. Pero para mi alivio, la cosa funciona; lo que vemos en pantalla es gente de verdad, recibiendo golpes de verdad. En casi todo momento la acción se mantiene en el terreno de lo verosímil y los efectos especiales generados por ordenador son realmente muy sutiles con la excepción de una secuencia.
Aportando el contrapunto tenemos escenas más relajadas, que se apoyan principalmente en el ingenio, sagacidad y sarcasmo del protagonista. Rápidamente nos vendrá a la mente Hugh Laurie y su interpretación en House; no en vano el personaje de Gregory House fué concebido como un homenaje a Sherlock Holmes. Jude Law cumple bien, pero es sin duda Rachel McAdams en el papel de Adler la que a mi parecer aporta mayor química a las escenas cómicas; me encanta encontrar ejemplos de lo infalible que resulta la combinación de sensualidad femenina y sentido del humor en una misma persona o personaje. Todo esto sin perder de vista los evidentes apuntes a la ambigua sexualidad de Holmes y Watson, que yo no se si en las novelas se deja entrever mucho o poco, pero en Popbot Ashley Wood y Sam Kieth no pasan por alto el tema.
Aunque ciertamente, por planteamiento, nos pueda llegar a recordar ligeramente a la francesa Vidocq, no cae en tal barroquismo visual. Aquí el apartado estético es impecable, con la fabulosa recreación de un Londres victoriano algo pasado de rosca; se percibe levemente la influencia steampunk pero en absoluto recargada de excesos como en el caso de la olvidable Wild Wild West.
En conclusión, una película de entretenimiento muy bien rematada y totalmente recomendada para pasar un buen rato en el cine. El final es abierto, así que atentos a una posible secuela; se ha llegado a hablar de Brad Pitt para encarnar al infame profesor Moriarty en una segunda entrega de las aventuras del detective de Baker Street.
domingo, 24 de enero de 2010
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