Dando un pequeño repaso a la blogosfera, desde los blogs más mediáticos hasta los más underground e ignorados, me encuentro con ese punto que todos tienen en común llegados a este momento del año; El balance de lo que ha sido este año y en su defecto, o como complemento, los propósitos y objetivos para el año que viene.
Menuda responsabilidad. Resumir de forma subjetiva las vivencias e impresiones de los últimos 365 días pero de forma que puedan resultar comprensibles e incluso despertar algún tipo de conexión o sentimiento compartido con la audiencia. Mantener la coherencia con los propios esquemas sin resultar demasiado hermético, una lista accesible pero que mantenga el espíritu del autor. Un equilibrio bastante complejo a mi parecer.
En términos generales, pienso que no deberíamos tener demasiadas dudas de que este 2009 ha sido un año nefasto. No es necesario ahondar en detalles, pero es evidente que el mundo tal como lo conocemos ha entrado en un punto de no retorno, este año se han puesto en marcha todos los elementos para iniciar una cadena causal irreversible en los próximos años. No pienso que esto sea tan solo una crisis económica, es el principio de un final, el detonante que llevará a un cambio radical. Toda nuestra infraestructura y tecnología, todo lo que hace posible nuestra continuidad y desarrollo pende de un hilo tan delgado y delicado que nadie quiere reconocer que hemos estado tirando demasiado de algo tan frágil.
Mientrastanto las clases dirigentes marean la perdiz con soberanas estupideces como la de Copenhague. Podemos dormir tranquilos; les preocupa el calentamiento global. Que yo ya no voy a entrar en si es verdad o es mentira, pero recuerden que en los noventa se decía que hoy íbamos a estar todos con cáncer de piel por el agujero de la capa de ozono. Toda generación necesita mitos, cortinas de humo que distraiga al pueblo de los verdaderos problemas. Cartas con Anthrax, un acelerador de partículas en Suiza, la gripe A... Con este tipo de asuntos conseguimos captar la atención de ese sector de la masa que se las da más de enterado [ Por ejemplo la audiencia target de medios pseudo-izquierdistas como El País y Cuatro; medios que curiosamente pertenecen a una siniestra corporación] y los sumimos en un estado de tensión permanente. Para el otro sector más campechano de la masa, disponemos de ese pan y circo de demostrada eficacia durante siglos: competiciones deportivas, nacionalismos, patriotismos y fundamentalismos religiosos. En cuanto a las almas absolutamente perdidas, que nadie se preocupe, tenemos lo último en tendencias para ellos y ellas incluyendo house, reggaeton y cocaína, bien maridado con moda de dudoso gusto y cuestionable elegancia.
Bien, entonces todo va de maravilla. Vamos a salir de esta, inocentes de nosotros pensamos que los biocombustibles nos salvaran, el abundante hidrógeno vendrá al rescate y que nuestros románticos pero ineficientes motores de combustión interna serán sustituidos por modernos, silenciosos y potentes motores eléctricos. Damas y caballeros, eso sería precioso pero no va a suceder. Por razones que necesitarían un artículo aparte, es simplemente imposible mantener el actual nivel de suministro energético para transportes con otra fuente que no sean los combustibles fósiles. Y estos estan llegando también a su limite. Por no mencionar la infinita cantidad de productos derivados del petróleo. Hagan la prueba, miren a su alrededor e intenten encontrar vehículos, herramientas, mobiliario urbano, embalajes, electrodomésticos y cualquier aparato de tecnología contemporánea que no tenga cierto contenido de plástico. Ah, para los despistados, los neumáticos también se hacen con petróleo, así que imagino que los vehículos eléctricos que nos van a salvar la vida llevaran ruedas de madera, ya saben lo retro vuelve a estar de moda. ¿Estremecedor, verdad?
Volviendo al tema energético, quizás sea conveniente mencionar la segunda ley de la termodinámica y no perder de vista que para producir energía, transportar energía y convertir energía, se necesita... bingo, energía. Los que estuvieron atentos en clase recordaran aquello de que la energía no se crea ni destruye, se transforma. Muy cierto, pero lo que nos interesa es el concepto de energía útil, y la transformación de energía en sonido o calor, es considerada a efectos prácticos como una pérdida puesto que no podemos recuperarla. De ahí la escandalosa ineficiencia del motor de combustión interna; una parte considerablemente pequeña de la gasolina consumida se transforma en movimiento, la mayoría solo ayuda a aumentar la temperatura del propio motor y el resto de mecanismos, y otra parte se convierte en ruido. Podriamos utilizar masivas redes de transporte eléctrico, pero no todas las zonas de un país son adecuadas para la generación de energía eléctrica en grandes cantidades a través de aerogeneradores y paneles solares. Por lo tanto parte de esa electricidad deberá ser transportada a gran distancia. Al ser distribuida por la red eléctrica existirán notables pérdidas y ya he mencionado anteriormente que eso es un gran problema.
Tras este telegráfico análisis y visión algo desesperanzada de un futuro no muy lejano, que continuaré en otra ocasión, llega el momento de tocar las impresiones acerca de los sucesos más personales. Y aquí es cuando dejo que las palabras de otros hablen por mí.
The city is cold and miserable but I am not.
All we are is all we've started. All could be gone.
All we are is all we've started. All could be gone.